martes, 9 de octubre de 2007

En el reino de los ciegos, el tuerto es rey.


Si bien soy un confeso y convicto fan de Radiohead, de esos que tienen todos los discos, todos los B-Sides, todas las versiones en vivo, que los vió a 4 metros y esperó 6 horas para poder entrar entre lo primeros de la fila, este post no va a ser tan sobón como se espera. Va a ser algo sobón, pero no al punto de la extrema sobonería, porque, a ciencia cierta, Radiohead debe tener, junto con Morrissey y Pink Floyd los fans más radicales.

Pero esta vez, se pasaron de listos, punto.

Primero debo declarar mi sorpresa ante tremenda movida, que ciertamente alguien (por favor, alguien) la vio venir. Después de sacar Hail to the Thief el 2003 y pasarse 3 años de esporádicas giras y merecidas vacaciones, comenzaron a grabar en su estudio, mientras pasaban fragmentos en su página y su blog. Nada de sorpresa ahí: Kid A/Amnesiac les tomó casi 6 meses grabarlo, y pasaron más tiempo mezclando y atormentando a los críticos que promocionando los álbumes.

Y a pesar que nunca me comí los anuncios que daban la posibilidad de que el futuro disco salga en algún momento no definido del 2008, debido principalmente a que no cuentan con ningún contrato discográfico. La noticia me cayó como a uno como la noticia de que un tío rico se murió: No saber si entristecerse por la muerte o alegrarse por la plata. Más aún cuando uno ve la lista de canciones y ve “Nude” un track que se ha paseado de grabación en grabación, y viene siendo tocado en vivo desde 1997 (¡!).

Hasta ahí es Radiohead 100%. Nada de que preocuparse ni exaltarse.

Pero preguntar por el precio fue para caerse de espaldas.

Tu voluntad, varón.

En un tiempo en que las empresas discográficas hacen su agosto vendiendo tracks en linea, y programas tipo Ares o Soulseek dominan el libre intercambio entre los usuarios, Radiohead se adelantó a todos y sacó algo nunca antes visto: La posibilidad de que cada persona pague el precio que quiera por las canciones, MP3s de la mayor calidad (320 kbps) originales y oficiales; oleados y sacramentados.

Como para una persona tercermundista, misia y para colmo tacaña 20 dólares son pues, 2 semanas de alimentación (ya veo las preguntas de donde saco mi menú) así como un respetado miembro de la comunidad de seguidores ingleses 20 dólares debe ser el costo de 2 Big Macs con papas y gaseosa, Radiohead pone el parche y deja que la gente decida que valor tiene su música. Pero va aún más allá: Se zurra en las disqueras, que muchas veces esclavizan a sus músicos para producir discos que sean un éxito en ventas (Ver, Spears, Britney). Y al fin, una banda de tamaña fama y prestigio reconoce que la verdad de la mermelada no está en cuantos platinos saques, sino en las giras y los conciertos que uno puede dar. Ya nada de hits de discotecas (chau, New Order) ni plásticos altamente promocionados (¿Alguien dijo Metallica?) aquí el negocio lo manejan exclusivamente ellos. Moviendose un paso delante de todos los demás, Radiohead hizo lo impensado: Usando su ya famosa libertad creativa han conseguido la libertad económica.

Y así los dejo con una cita del vocalista, Thom Yorke, a The New Yorker el 2001:

- ¿Qué dices de todas esas bandas como Travis, Coldplay y Muse que imitan lo que hicieron con el OK Computer?

- Buena suerte con el Kid A.

A ver ahora como hacen los demás.

Para bajar el disco, AQUÍ.

1 comentario:

Manuel Enrique dijo...

Radiohead es mi grupo noventero preferido. Recuerdo cuando salió el Pablo Honey en el 93 y fue el disco favorito de mi generación. En la universidad (sí, tan viejo soy) llevábamos nuestras guitarras y tocábamos Creep y Stop Whispering en el jardín del CAPU (a.k.a. El Paraíso, donde hoy se levantan los pabellones Z y H).

Y sí, el Kid A me parece el mejor de todos sus discos, mucho mejor que el sobredimensionado Ok computer.

Y lo de pagar lo que uno quiera por su single, me hace recordar a lo que hacía The Clash a inicios de los 80, cuando hizo que su disquera vendiera el London Calling, que era un disco doble (y luego el Sandinista, que era uno triple) al precio de un álbum unitario. Al carajo las ganancias, decían.

Buen post ;)