viernes, 26 de octubre de 2007

Mc Donalds y el extraño caso del clavo en la hamburguesa.


Después de un prolongado silencio auto impuesto, me encuentro en la radio (a la fiel radio, ya haré un post sobre el tema) un caso extrañísimo: Una señora compra una hamburguesa para su hijito de 2 años y luego de una simple inspección visual descubre que había un clavito, como Pablito, clavado en la carne. Si, por más extraño que suene, lo peor vino a posteriori: La señora regresa a Mc Donalds, sitio de procedencia de la hamburguesa y reclama por tremendo atentado contra la salud. Ahí, no sólo le quitan la hamburguesa – con sendas disculpas de relaciones públicas de manual del caso – y luego cuando ella pide explicaciones, no le quieren devolver la hamburguesa. Yo me pregunto, ¿Quién le dijo que un niño de 2 años puede comer tremenda chatarra, que dicho sea de paso, está documentada? ¿Por qué dejó que la tomaran de vuelta, si era la prueba de todo el embrollo?
A veces no se que pensar, pero el extraño caso de la hamburguesa y el clavo tiene tintes de nunca solucionarse.

1 comentario:

Anónimo dijo...

He ahí los resultados de los "McJobs"... ¡PLOP!