lunes, 17 de setiembre de 2007

Historia de Tres Logos.

Si bien el título de este post viene del libro de Naomi Klein, No Logo, específicamente de un capítulo que habla sobre los problemas de imagen de tres monstruos corporativos (Royal Dutch Shell, Nike y Mc Donalds) siempre me pareció simpático que pueda referirme a tres jóvenes estrellas caídas, tres iconos que han tambaleado, han caído y ahora están prácticamente enterradas públicamente. Nos referimos a nuestras engreídas Paris Hilton, Lindsey Lohan y Britney Spears.

Si bien sus historias son muy conocidas, al punto de saber cada movimiento con la precisión con la que se calcula un eclipse, cabe la pena rescatar algunas cosas de sus carreras, así como hacer un pequeño análisis de sus vidas. Este Polietileno! True Hollywood History tiene, por supuesto, tres partes.

Capítulo I – Hija de Buena Familia.

Si bien tiene bien ganada su reputación de Enfermedad de Transmisión Sexual andante (Walking STD) Paris Hilton representa, hasta cierto punto, todo lo que uno no quiere de su novia/amiga/hermana/sobrina. Por más dinero que tenga su familia, dueños de la cadena de hoteles Hilton, Paris sufre de todas formas lo que significa ser mimada y engreída desde la cuna. En un ambiente en el cual nunca se le dijo que no, no difícil pensar porque ella actúa así, con tanta soltura y despreocupada. Si bien se ha dicho que es la imagen viva de parte de esta generación la cual cree ser impune, Paris tiene un poco más de problemas de qué preocuparse. Desde su fracasada carrera como actriz y cantante, pasado por el develamiento de sus objetos personales, que incluye prescripciones para tratar las herpes, pasando por la sobre-exposición en la cual ella vive. Todo esto sin contar sus ya conocidos videos sexuales, los cuales muestran a una persona no muy ética en el trato de su sexualidad. En mi humilde opinión, Paris no es más que una niña que piensa que deben mimarla, defenderla y perdonarla no importa que, simplemente por su apellido y sus billetes en el bolsillo. Incluso cuando fue condenada a prisión, y todo el escándalo correspondiente (con llanto incluido), no la han hecho cambiar en absoluto, amparada por unos padres incapaces de corregir el árbol torcido. Y pensar que todavía no tiene 25 años.

Capítulo II – Tenía talento.

Aún más patético es el caso de Lindsay Lohan, que en estos momentos no la está pasando muy bien que digamos. En especial si comenzamos por el hecho de que beber licor antes de los 21, fecha legal para su venta, y para colmo de males ir a Alcohólicos Anónimos debido a ello, no es una buena figura. Si bien llegó a la notoriedad siendo una buena actriz joven, con bueno papeles y proyectos, es fácil echarlo a perder de esa forma. Y si fuera suficiente, los rumores que circulan sobre el excesivo consumo de cocaína y su internamiento en centros de rehabilitación no una, sino dos veces, poco pueden hacer para enderezarle la carrera a alguien. Tener novios idiotas que contratan prostitutas de medio pelo, y aún así no pueden culminar debido a la cantidad de polvo que tiene en la nariz, no es un buen augurio, ciertamente. Y a pesar de sus constantes llamados a su corrección, ya nadie le cree ahora, en especial cuando tiene que explicar en la corte que es esa extraña sustancia que fue encontrada en el auto que chocó después de estar tan ebria como Garganta de Lata. Y pensar que alguna vez dijeron que era buena actriz.

Capítulo III – Y todos nos derretíamos por ella.

Pero así de exagerados sean los otros 2 casos, la historia de Britney Spears es casi-casi la hecatombe de una carrera malograda. Desde que su carrera musical fue un tornado que arrasaba con las listas y sus conciertos y giras eran pues, el ejemplo del nuevo pop, poco a poco fue cayendo de ese lugar que tenía. Malos giros publicitarios, las acusaciones (bien sustentadas) de cantar con playback, ocultar que no era virgen, los excesos de alcohol, posiblemente de sustancias, además del descuido de su carrera musical, que de impresionar a muchos, pasó a no asustar a nadie. Su fracasado matrimonio con un aspirante a muchas cosas, 2 hijos que están a punto de ser rescatados por los Servicios Sociales, y su triste divorcio, que incluye los famosos episodios de la rapada de pelo y los ataques a la prensa, que recuerdan una decadencia similar a la de Michel Jackson, hasta llegar a un digno epígrafe, su última presentación en los MTV, gorda, pesada, dura, sin carisma ni movimiento. Como una estrella fugaz, está cayendo rápido, más rápido de lo que ella misma puede aceptar.

Como son las cosas así, no podemos dejar de lado, que estas tres señoritas (técnicamente 2 señoritas y una señora) hayan por ratos, salidos juntas, se les haya dado por andar sin ropa interior en público y para colmo de males, hacer de su vida un escandalo. Pero, pensándolo bien, la mona aunque se vista de seda, mona se queda.

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