miércoles, 5 de setiembre de 2007

La redefinición de un estilo.


Ayer pensé que iba ser la última vez que iba a poner un post sobre este tema, pero como siempre, terminé mojado después de escupir al cielo. Nuestro gran profeta El Morsa, en un intento de compartir el conocimiento sobre el universo, organizó unos mandamientos, una suerte de tablas de la ley de la cholósfera. Yo, que no creo en las vacas sagradas, ni mucho menos en la religión (a menos que sea en el espagueti volador) he tomado con mucho escepticismo el asunto. No porque la idea no sea simpática, o incluso cómica, pero en estos tiempos de Guerra Fría, la idea de ser un no-alineado es tentadora, pero yo si me quedo con mi bloque. Si bien los blogs estamos en proceso de formación como ente propio, y recién con Federico Dalton hemos logrado una notoriedad en los medios tradicionales nacionales, todavía hay más preguntas que respuestas. Es más, mientras más sabemos, menos entendemos.

Entonces, si bien ayer postié una declaración de principios que ha traído más de una crítica, sigo pensando igual que hace 2 días. Es más, cada vez estoy más convencido de mi argumentación. Fantomas, que me ha sorprendido con la claridad de sus entradas, al punto de estar pendiente de lo que escribe, me ganó por puesta de mano ese post sobre cual es la línea que divide a los blogs de los casi-blogs, de los seudo-blogs y de los no-blogs, por decirlo así. Teniendo eso en cuenta, y mientras salía de la cabina (victima de la brecha), recordé los mandamientos del Morsa, en especial ese que dice “enlazo, luego existo”. Razoné por un momento que significaba eso al fin y al cabo. ¿Es suficiente qué ponga links en la barra de mi blog? ¿Tengo qué llenar de links los post, no sólo a páginas de contenido, sino a otros blogs? ¿Cuántos tipos de blogs hay? ¿Debemos mirar el ranking de perublogs cómo una medida de éxito? Demasiadas preguntas.

Sin caer en auto-redundancia, creo que debería poner algunos puntos sobre las íes. Si bien hay blogs que usan el metatexto como materia prima, y otros que sirven para soltar la egolatría de sus autores, la mayoría de bitácoras funcionan en base a la creatividad de los posteadores. Algunas veces colgamos material que circula por la Web y rebotamos cosas que consideramos necesarias, amenas o simplemente interesantes. Pero la mayoría de tiempo hacemos un esfuerzo de crear algo por cuenta propia, es decir, poner nuestro propio contenido. Incluso en las noticias, donde algunos blogs han llegado a niveles de excelencia con su estilo propio e inconfundible. Además, establecemos una conexión con nuestros lectores, intercambiamos comentarios y algunas veces entablamos discusiones acaloradas con ellos. Algunos blogs, lo cuales yo considero de una calidad muy buena, tienen un contenido muy particular, casi inclasificables, pero tienen todo el espíritu de serlo. En los blogs hay cierto onanismo, pero definitivamente no hay autismo, y como dice la Morena en este comentario, cosas como estás, el HI5, el Twitter, Second Life, están redefiniendo nuestra vida, y era definitivamente cosas que no se pensaban no hace 100 años, sino hace 15 años.

Si la desregularización de los medios ocasionó que las generaciones más jóvenes se volcaran a la Internet buscando un lugar en donde expresarse y sentirse parte de algo (en especial en los países industrializados), no podemos evitar el hecho de que los blogs son en este momento ocupan un lugar central en las conexiones en línea. Es más, si algo ha hecho la Internet que no ha podido hacer la guerra, la economía y la política, es eliminar las fronteras mentales que tenemos, y terminar globalizando. Como dice el Morsa, en algún lugar del mundo hay un terremoto de 7.9 Grados.

En estos momentos sabemos que somos, pero no sabemos definirnos. Pero como decían de la pornografía, uno la reconoce cuando la ve. Mejor es dejar que los teóricos se hagan bolas tratando de catalogar en donde caemos.

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