La Brecha Digital si existe.
El año pasado, que llevé mi curso de Tecnología de la Información, argumentaba y argumentaba qué la brecha digital era mitad realidad, mitad ficción, un término con sabor a leyenda urbana. Algo así como mi dislexia, era difícil de entender los limites del asunto, así que opté por tomar el término con algodones.
El día de los blogs, explicando las razones por las cuales mi blog se actualiza 1 vez por semana, y mostrando un reliquia, un diskette de 3.5, Fabber, Alberto y Tabo me hicieron ver mi realidad.
Yo estoy en la brecha digital.
Horror.
HORROR!!!!!!
Pero es verdad. No tengo conexión directa a Internet en donde vivo. No tengo una computadora medianamente útil para conectarme a Internet (Windows 98, 32 MB de RAM, un disco duro de 10 GB: No, no es broma). Toda mi conexión a la blogosfera depende por ejemplo de las cabinas, que siendo un costo fijo, no me permiten divagar por horas tratando de poner algo, o la gentileza de los laboratorios de la Católica.
Últimamente estoy escribiendo mis post en mi casa, en Word, y luego los transformo en los post que tengo, así que igual es toda aventura de buscar los links y otras cosas.
Ya de por sí es algo demoledor, y por eso poco a poco lo he ido dejando. Pero en parte me arrepiento cuando sí tenía los medios y no hice nada.
Ahora estoy del otro lado.
(La foto, no sabía donde poner anyway, es del Blogday. Yo haciéndome el payaso y al lado mi hermanita mayor la Gross)
2 comentarios:
Brecha digital... suena casi tan tenebroso como "la brecha generacional". Pero como toda brecha, puede ser evitada. Es cuestión de paciencia y buen humor (y volverse pata de Bill Gates)
Publicar un comentario